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lunes, 25 de febrero de 2013

Cuando la escuela activa dejó de ser una utopía. (Parte II)

Esta es la continuación de la entrada ``Cuando la escuela activa dejó de ser una utopía´´. Durante la Parte I hablé de lo que se considera a día de hoy ''educación activa'' en la enseñanza y de qué aspecto tiene el colegio Montessoriskolan de Växjö (Suecia). También hablé de cómo se organizaba el entorno en el cual los estudiantes aprendían y cómo éste afectaba a su rendimiento. La siguiente entrada es la continuación de mi experiencia en el Montessoriskolan.

Utilización de las nuevas tecnologías

La sociedad en la que vivimos cambia constantemente a una velocidad inimaginable. Y con la sociedad cambian sus gentes, sus ideas, su forma de vivir y también su manera de educar. Hoy en día no se concibe el mundo sin ordenadores, sin teléfonos móviles o sin tablets pues se han convertido en una parte importante de nuestras vidas. Si la escuela, que ha de ser un reflejo de la sociedad en la que vivimos, no se adapta a este cambio cultural entonces no será capaz de hacer frente a las nuevas necesidades del mundo. Y aquí es donde quiero pararme. 

En el colegio Montessoriskolan los niños utilizan constantemente las nuevas tecnologías para aprender. El colegio dispone de varios iPads de utilización común. Los profesores instalan aplicaciones que ellos consideran que pueden ser útiles para el aprendizaje del alumno y les aconsejan utilizarlas para aprender. De esta manera los alumnos aprenden matemáticas o ciencias naturales jugando con el iPad e indirectamente aprenden a utilizar la tablet que en un futuro les puede servir en el mundo laboral para, por ejemplo, organizar una empresa.



Pero los recursos tecnológicos del colegio no se centra exclusivamente en el uso de tablets, el colegio Montessoriskolan dispone también de una pizarra digital que los alumnos utilizan para hacer presentaciones, ordenadores portátiles que los alumnos utilizan para buscar información, para hacer trabajos o para utilizar programas que les permiten aprender. Por ejemplo, el programa SETERRA. Pero lo más curioso es que los propios profesores utilizan en su mayoría el teléfono móvil para preparar las clases, para proponer ejercicios o para apuntar lo que consideren oportuno sobre algún alumno. Esto les permite tener lo que necesitan al instante y ahorrar trabajo y tiempo futuro.

Me resulta preocupante la manera en la que España está educando a día de hoy a sus futuras generaciones. Personalmente, cuando yo estudiaba en Primaria la única tecnología que teníamos en clase era un ordenador del siglo pasado y, además, apenas funcionaba correctamente. Ahora unos años atrás comparo la realidad sueca con la de España (ciertamente con un desarrollo tecnológico mayor que en mis tiempos de niño) y descubro que el éxito escolar depende también de las competencias que adquieres utilizando este material tecnológico. Es decir, un alumno que sabe usar una tablet tendrá más éxito en su aprendizaje que uno que no sabe usarla. ¿Por qué? porque la tecnología nos hace la vida más fácil y aprender es difícil.

Aprender activamente es aprender disfrutando

Las matemáticas, la lengua sueca o el inglés se intenta aprender en el Montessoriskola a través de juegos y actividades dinámicas. Ciertamente, no siempre es posible preparar una actividad como un juego pues depende de la asignatura que se esté dando y también de las dificultades que puede encontrar el alumno, pero en general, los alumnos utilizan materiales didácticos con los que juegan cuando quieren aprender una cosa. Por ejemplo:

  • La geografía de Suecia la aprenden a través de mapas. Si un alumno quiere aprender las principales ciudades de Suecia, lo que hace primeramente es mirar un mapa (1ª revisión) con las respuestas en él. Cuando piensa que ya lo sabe, entonces prueba en el otro mapa (sin respuestas previas) e intenta unir los puntos que aparecen en el mapa con papelitos donde viene el nombre de las ciudades (Intento). Si no se acuerda de qué ciudad era entonces lo comprobará en el primer mapa (Corrección). Este método les permite localizar en el mapa y aprender las ciudades jugando ya que ellos pueden competir, por ejemplo, viendo quién se equivoca más veces. Además este juego también lo emplean en el aprendizaje de otras palabras importantes en biología o en inglés.

  • Cuando las matemáticas se aprenden jugando resultan más llevaderas. Una asignatura que siempre se ha considerado difícil, no solo en España sino en el resto del mundo incluyendo Suecia (se trata a asignatura con niveles más bajos en el informe PISA), es consecuentemente más dura para un estudiante que cualquier otra. En el colegio Montessoriskola algunas operaciones importantes que un estudiante de educación Primaria ha de saber en matemáticas (como puede ser la multiplicación), resulta más fácil si se aprenden jugando a los dados que, por ejemplo como me enseñaron a mi, de memorieta y cantando las tablas de multiplicar:

Este juego consiste en tirar dos datos y multiplicar los números que te salen para ir cogiendo fichas y sumar puntos hasta llegar a un número determinado. Los alumnos juegan en grupo y se lo pasan bien mientras multiplican. ¡Así me habría gustado a mi aprender matemáticas!

La siguiente imagen es otro material Montessori que pueden utilizar para aprender la multiplicación. Éste lo usan niños con problemas mayores de aprendizaje. Se trata de una caja con bolitas, cada sección tiene un número determinado de bolitas que combinadas se pueden sumar y multiplicar.



Independencia y compañerismo
Por último, quiero terminar señalando que en el colegio se trabaja tanto la independencia del alumno como el compañerismo. Primero, el niño debe saber que ha de ser autosuficiente y responsable en su proceso de aprendizaje y el profesor se encarga de recordárselo. El alumno aprenderá cuando éste decida ser autónomo e independiente.

Pero al mismo tiempo el alumno desarrolla competencias educativas sociales gracias a los trabajos y a los juegos que utiliza para aprender en conjunto. Por ejemplo, en el juego del vídeo de matemáticas los alumnos aprenden en conjunto. Esto es lo mejor que se puede hacer en la educación activa puesto que en el futuro se encontrarán con muchas situaciones en las que deban resolver problemas en equipo y, para ello, es necesario una buena socialización y entendimiento. De esta manera los alumnos aprenden algo muy importante para la sociedad: el respeto.




Espero que estas dos entradas dedicadas al colegio Montessoriskola de Växjö os hayan servido para reflexionar un poco sobre un nuevo modelo de educación moderno basado en la participación activa del alumnado. Espero que os haya servido también para daros cuenta de como Suecia nos lleva la delantera en algunos aspectos de la educación aunque he de decir que no todo el trabajo está perdido. He de señalar que España tiene grandes profesionales en el ámbito educativo, profesionales muy bien preparados y con mucha imaginación y creatividad para desarrollar actividades que gusten a los estudiantes. Además nuestros chavales son el mayor tesoro que podemos tener y se merecen una educación de calidad. Ellos son los que menos culpa tienen de la crisis y de que no puedan recibir una buena educación.  ¿qué es lo que falla en España? Como siempre falla el dinero. Cuando los gobiernos decidan trabajar conjuntamente por una ley común y apostar por la educación pública de calidad como se da en Suecia, es entonces cuando España conseguirá alcanzar los niveles más altos en la educación mundial. Pero hasta entonces seguiremos intentando cambiar poco a poco porque como dice el famoso dicho ``El que la sigue la consigue´´.

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